Todavía no caigo en que te fuiste. Estos últimos días habías estado muy decaída, gran parte del tiempo encerrada en tu cuarto y después en el hospital. Realmente me pone muy feliz que no hayas sufrido y que hayas sido vos capaz de decidir que hacer con tu vida, porque yo, al igual que el resto, sabíamos que querías descansar.Lamentablemente no pude ir a despedirme de vos una vez más como me hubiese gustado, pero pude hacerlo unos días antes, y tus últimas palabras fueron "chau Miluchita" y me diste un beso.
Te doy las gracias infinitas veces por todo lo que hiciste por nosotros desde que nacimos, especialmente por mí, que siempre me diste con todos los gustos, nunca me dijiste "NO" ni tampoco te enojaste. Fuiste mi segunda mamá y es por ello que nunca te voy a olvidar tía. Siempre vas a estar en mi corazón y te voy a recordar como la persona que me crió y me acompaño durante toda mi infancia y adolescencia, pienso llevarme todos esos lindos recuerdos y momentos que pasamos juntas por siempre conmigo.
Te digo gracias una y mil veces más. Te amo ♥
No es un adiós, es un hasta pronto.
Genoveva Resk (1920 - 2010)
Etiquetas: Anécdotas, Inspiración, Memorias
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